La detección de fugas es una operación esencial para garantizar la seguridad de las personas y los bienes. Es especialmente importante para las redes de gas, agua, electricidad, etc., que pueden presentar riesgos importantes en caso de fuga.
Entre los diferentes métodos de detección de fugas, la inyección de gas trazador es una técnica fiable y precisa. Consiste en inyectar un gas trazador en la tubería o la red a probar. Si hay una fuga presente, el gas se escapará y podrá ser detectado mediante un detector adecuado.
El gas trazador más utilizado es el hidrógeno-nitrógeno, una mezcla de 95 % de nitrógeno y 5 % de hidrógeno. Este gas es ininflamable, no tóxico y fácil de detectar.
El procedimiento de inyección de gas trazador es el siguiente:
- La tubería o la red se purga para eliminar los posibles gases residuales.
- El gas trazador se inyecta en la tubería o la red a presión.
- El gas trazador se detecta mediante un detector específico.
La principal ventaja de la inyección de gas trazador es su precisión. Permite detectar fugas muy pequeñas, incluso aquellas que no son visibles a simple vista. Además, este método es no destructivo, lo que significa que no requiere trabajos de reparación importantes.
Sin embargo, la inyección de gas trazador tiene algunos inconvenientes. Requiere tiempo de preparación, ya que es necesario purgar la tubería o la red antes de inyectar el gas trazador. Además, este método obliga a perforar el suelo en varios lugares para permitir que el gas se escape.
La inyección de gas trazador es una técnica eficaz para la detección de fugas. Es especialmente adecuada para redes complejas o para fugas difíciles de detectar.
Ventajas de la inyección de gas trazador
- Precisión: permite detectar fugas muy pequeñas
- No destructiva: no requiere trabajos de reparación importantes
Inconvenientes de la inyección de gas trazador
- Tiempo de preparación
- Obligación de perforar el suelo